IV
Los abrazos que yo te di,
los besos que tú me diste,
las caricias que nos otorgamos;
ahora son ecos vacíos de carne,
son sueños repetidos al anochecer.
Son partidas sin retorno,
son olvidos de sudor y anhelo.
Yo te amaba, te amaba tanto…
Hoy he vuelto a soñar contigo,
y en el sueño te entregabas,
como antes, como cuando éramos
los mejores amantes del mundo.
per escrit, A.C.M., per escrit,(com tú volies):
ResponderEliminarsi continues fent eixos poemes, em faré adicta al blog...
Me gusta mucho, pero no leo muchos poemas
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