Llevamos muchos años juntas, y sabes que te conozco como nadie. Durante un tiempo, he tratado de evitarte, pero siempre sabías como hacerte respetar, y no te rendías fácilmente ( he de reconocer que eras una enemiga un poco pesada). Has estado en mis malos momentos (en todos y cada uno de ellos), pero también me has ayudado alcanzar mis éxitos. Todos estos años considerándote mi enemiga me han servido para saber que la lucha ,me desgastaba,y a ti te hacía más fuerte; ¡Incluso traté de envenenarte para acabar con tu vida ! , Estaba perdiendo la guerra, y tú cada vez peleabas más fuerte; aún me acuerdo de cuando te divertías jugando con mi ritmo cardíaco y la respiración... ¡qué tiempos aquellos! ¡ qué (palabra malsonante) eras! Además, requerías mi atención continuamente, así que no tuve más remedio que dejarlo todo para dedicarme en exclusiva a nuestra lucha. Parecía que los demás no entendían nuestro vínculo, insistían tanto en que te abandonase... ¡ y yo quería, pero sabía cómo!. Te fui perdiendo el miedo y comencé a aceptarte como parte de mi vida. Ahora sé cómo sacarte partido y cuándo pararte los pies.Ya no te tengo miedo, y es precisamente esa liberación la que me impulsa a enfrentarme a ti. Eres un reto, nunca más un impedimento.
SONIA.S.M
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